VISTO:
El 30ª aniversario del golpe militar iniciado el 24 de marzo de 1976, verdadero genocidio
argentino del siglo XX, y
CONSIDERANDO:
Que aquella oscura noche de nuestra historia, fue elaborada y llevada a la
práctica por la complicidad política, económica, de la justicia y de los militares, con la única
intención de sembrar el terror para imponer políticas económicas de sumisión y expoliación del
patrimonio nacional.
Que los medios para lograr los objetivo que utilizaron los militares, no sólo
desconocieron en todo momento los derechos humanos fundamentales de todos los habitantes del
país sino que los violaron sistemáticamente.
Que tristemente nuestra dictadura acuñó el término “desaparecidos” (no
vivos- no muertos), que aprendimos a usar desde el 24 de marzo de 1976.
Que los militares hacedores de aquel genocidio no sólo le arrebataron la vida a
miles de argentinos, sino que como botín de guerra despojaron de bienes a quienes desaparecían y
se apropiaron de muchos hijos, que treinta años después siguen presos de una identidad impuesta.
Que los militares establecieron claramente quiénes eran sus “oponentes”,
cuenta de ello son los trabajadores y trabajadoras, estudiantes, profesionales, docentes, amas de
casa, periodistas y artistas que fueron detenidos-desaparecidos y a los que ellos llamaron
“elementos”, “terroristas”, “subversivos” hasta “delincuentes subversivos”, conforme fueron
pasando los años de la dictadura.
Que no sólo persiguieron, encarcelaron, torturaron y mataron a esos
“oponentes”, sino que establecieron un régimen basado en el terror, el engaño y la clandestinidad,
con una intensa acción sicológica a través del dominio absoluto de los medios de difusión, su
intervención en la educación en todas sus modalidades y la censura a la cultura y sobre los artistas
de todas las expresiones.
Que así como muchos argentinos y extranjeros fueron desaparecidos, muchos
otros fueron obligados al exilio.
Que tanta impunidad, tanto terror, tanta muerte no fue suficiente para que
muchos se organizaran para enfrentar aquel estado terrorista, en reclamo de justicia.
Que inicialmente un pequeño grupo en defensa propia por la incertidumbre y
el temor que les producían sus seres queridos desaparecidos, fueron construyendo lazos solidarios
y restituyendo la capacidad de asociación para superar el silencio, constituyéndose con el tiempo
en reservorios de resistencia pacífica y semilla del movimiento de derechos humanos de nuestro
país.
Que aquellos grupos nacidos por el dolor individual prontamente debieron
asumir las detenciones-desapariciones como hechos políticos que ha treinta años no debemos
olvidar.
Que desde aquellos años la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el
SERPAJ, la APDH, el MEDH, familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, las
queridas Madres de Plaza de Mayo, las Abuelas, el CELS en su resistencia pacífica, en su
irrestricta defensa de la vida, en la lucha de esas mujeres y hombres por consolidar la democracia
y en el permanente ejercicio de la memoria al que nos comprometen; son la luz que nos permite
creer que la participación popular, el apego a la búsqueda de justicia, la reivindicación de la
solidaridad y la igualdad como bases de la sociedad pueden garantizar el establecimiento de la
democracia participativa que todos y todas anhelamos.
Que si bien con la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad
declarada en 2004, y la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia debida y
Punto Final en 2005, se propició la apertura y avance de muchas causas del enjuiciamiento de los
responsables de tantas atrocidades, queda aún pendiente la anulación de los 277 indultos a civiles y
militares decretados en octubre de 1989.
Que si bien el avance de las causas trae un poco de esperanza al largo reclamo
de justicia al que afortunadamente se suman cada vez más argentinos, debemos encontrarnos
acompañando el necesario proceso de sostenimiento y fortalecimiento de las instituciones de la
democracia, militando por la democratización de las instituciones sociales, políticas, juveniles y
sindicales y por la protección y defensa de los Derechos Humanos de todas y todos para el
establecimiento de un país que de dignidad a sus habitantes.
Que este Concejo Municipal no ha dejado de expresarse desde su
recomposición en 1983, desde sus distintos bloques y en sus más diversas expresiones políticas,
repudiando los objetivos, métodos y partícipes de la noche más terrible que acechara nuestro país
entre 1976 y 1983.
Que para esta Conmemoración del Golpe Militar del 24 de marzo de 1976 el
Concejo a dispuesto que se declare al año 2006 como “Año de la Memoria y los Derechos
Humanos” y se han programado: una muestra fotográfica vinculada a la problemática de los
derechos humanos en la actualidad, del fotógrafo Armando Picone; un Concurso “Año de la
memoria y los Derechos Humanos” de cuentos cortos poesías y fotografías; la distinción con
Diploma de Honor al escritor y periodista Osvaldo Bayer; la presentación del libro “Todos y todas
tenemos derechos” que recopila la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención
sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Sobre la Mujer, la Declaración de
Beijing de 1995 y la Ordenanza 6321 de nuestra ciudad que será distribuido entre los visitantes y
una sesión especial para declarar como Ciudadano Distinguido Post Mortem a Fidel Toniolli.
Que se ha destinado un espacio en la página web del Concejo para que las
organizaciones se expresen en este aniversario.
Que se ha favorecido la impresión de un folleto realizado por alumnos de 3°
Polimodal de la Escuela de Enseñanza Media N° 404 Dr. Lisandro de la Torre, que fue realizado
para que todos conozcan y tomen conciencia de lo ocurrido en 1976 y también está prevista la
realización de un encuentro con alumnos de la Escuela N° 68 Leandro N. Alem para debatir sobre
lo que fue el terrorismo de Estado impuesto por los militares en 1976 .
Que se ha resuelto realizar una imagen gráfica que será exhibida durante todo
el año que expresa: “HACE TREINTA AÑOS MORIMOS DE GOLPE. HAGAMOS MEMORIA
PARA HONRAR LA VIDA” que pone de manifiesto el sentimiento y compromiso asumidos por
éste cuerpo en este nuevo aniversario.
Es por lo antes expuesto que las Concejalas y los Concejales abajo firmantes
presentan para su aprobación el siguiente proyecto de:
DECLARACIÓN
El Concejo Municipal de Rosario al cumplirse el trigésimo aniversario del Golpe militar del
24 de marzo de 1976, reafirma su defensa irrestricta del Estado de Derecho como única
posibilidad de una vida digna con libertad, justicia e igualdad para todos.
A treinta años de aquel funesto episodio expresa que sólo en la defensa de los derechos
Humanos, el repudio y rechazo a la política violatoria de derechos implementada por el golpe
miltar y en la constante lucha contra la impunidad por la memoria, verdad y justicia es el
camino para fortalecer la democracia anhelada por todos.
Así como expresa su solidaridad con las víctimas directas e indirectas del genocidio,
esperando la proximidad del juzgamiento y condena a todos los culpables y con un alto
compromiso con reivindicar la memoria, aprender del pasado y proyectar un futuro donde,
todos y todas sin distinción alguna, puedan vivir con dignidad y se defiendan y respeten sus
derechos fundamentales.
RESOLUCIÓN
El Concejo Municipal de Rosario adhiere a la marcha y al acto previstos para éste 24 de
marzo a las 18 hs, que se iniciará en la plaza San Martín de nuestra Ciudad y culminará en el
Monumento Nacional a la Bandera; organizado por la Multisectorial Rosario, que cuenta
con la adhesión de numerosos organismos y organizaciones vinculados a la defensa de los
derechos humanos, así como gremios, sindicatos y partidos políticos; expresando su
solidaridad con las víctimas directas e indirectas del genocidio, esperando la proximidad del
juzgamiento y condena a todos los culpables y con un alto compromiso con reivindicar la
memoria, aprender del pasado y proyectar un futuro donde, todos y todas sin distinción
alguna, puedan vivir con dignidad y se defiendan y respeten sus derechos fundamentales.
Antesalas, 23 de marzo de 2006.
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